Por: Rev. Diac. Teodoro L. González Serrano
"El debía resucitar de entre los muertos..." (Jn 20, 1-9 )
- María Magdalena y las mujeres
“Al caer la tarde
del sábado, María Magdalena y María, madre de Santiago, y Salomé
compraron aromas para embalsamar el cuerpo muerto de Jesús.
Muy de mañana, al
otro día, llegan al sepulcro.
San Juan, lo sitúa
en el primer día de la semana
(después del sábado).
Y a la hora en que
llegan al sepulcro es de madrugada, cuando todavía estaba oscuro.
María Magdalena al
llegar al sepulcro, vio que la piedra había sido movida.
Por los evangelios
sinópticos sabemos que la visita de María Magdalena al sepulcro no
la hace sola, sino que viene en compañía de otras mujeres, cuyos
nombres son: María, la madre de Santiago, y Salomé, la madre de
Juan y Santiago el Mayor.
Y, todas se quedan
consternadas porque no hallan el cuerpo del Señor.
El Ángel del Señor,
con su vestidura blanca como la nieve, les dice: "No temáis: sé
que buscáis a Jesús Nazareno: no está aquí. Ha resucitado tal
como la había anunciado". (Mt 28, 5-6).
- "Se han llevado del sepulcro al Señor.."
María Magdalena y
las mujeres, al ver removida la piedra, se asustaron, ella no entró
en el sepulcro, y corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro
discípulo al que Jesús amaba, que es el mismo Juan.
“Se han llevado
del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.
Esa frase, no
sabemos,
hace referencia a las otras mujeres que la acompañaron.
- "El otro discípulo..."
Conocemos del amor
de Jesús por sus apóstoles, pero en el caso de San Juan, hay una
predilección especial, por su humildad.
Esto lo vemos cuando
San Juan en lugar de nombrarse a si mismo en el evangelio, utiliza la
frase “El otro discípulo al que Jesús amaba”.
- "Este discípulo corrió más que Pedro..."
Pedro y Juan
salieron corriendo al recibir esta noticia.
Este discípulo
amado, corría más que Pedro, por la diferencia de edad y juventud.
Y “llegó antes.”
al sepulcro, pero “no entró.”
- "Vio las vendas en el suelo..."
Juan no entró,
esperando a Pedro que es el primero que entra en el sepulcro y vio
las
vendas en el suelo,
y también el sudario que había cubierto la cabeza de Jesús.
El evangelista, nos
hace ver que no es un robo. De haber sido así, los que lo hubiesen
robado no se hubiesen preocupado por los detalles de llevar un cuerpo
muerto sin su mortaja, y sin dejar las vendas y sudario enrollado en
un lugar aparte.
- "Luego entró el otro discípulo..."
Juan nos muestra
unos detalles, “Asomándose
al sepulcro, vio
las vendas en el suelo, aunque no
entró”.
“Luego entró el
otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también
vio y creyó.”
Pedro, con su
carácter impetuoso y de mucha experiencia, al ver el ambiente del
sepulcro, se cuestiona lo que ha sucedido.
San Juan que es
limpio de corazón, no tiene ninguna duda y cree.
Y añade, “Todavía
no habían comprendido que, según la Escritura, El debía resucitar
de entre los muertos”.
Nuestra fe personal,
no es fija, sino que es un continuo camino de crecimiento con Jesús,
que varia de acuerdo con nuestros problemas y situaciones diarias,
hasta el día en que lleguemos al Reino de los Cielos.
- La Resurrección
La Resurrección
gloriosa de Jesús, es la clave de toda su vida, y el fundamento de
nuestra fe.
San Pablo nos dice
en 1 Cor 15, 17: "Porque si los muertos no resucitan, tampoco
resucitó Cristo. Y si Cristo no resucitó, ustedes no pueden esperar
nada de su fe y siguen en sus pecados".
En Efesios 2, 4-6
dice: "Porque Dios, que es rico en misericordia, nos manifestó
su inmenso amor, y a los que estábamos muertos por nuestras faltas,
nos dio vida en Cristo. ¡Por gracia han sido salvados! Y nos
resucitó con Cristo para sentarnos con él en los cielos"
La Pascua de
Resurrección
- es la fiesta de nuestra redención y, fiesta de acción de gracias y de alegría
- en la Resurrección de Cristo, es donde se apoya nuestra resurrección
- la Resurrección de Cristo, es el centro de nuestra fe católica
Este milagro es tan
grande, que los Apóstoles son, testigos de la Resurrección de Jesús
- Hechos 1, 22 "Es preciso, pues, que de entre los hombres que anduvieron con nosotros durante todo el tiempo que convivimos con Jesús...uno de ellos venga a ser junto con nosotros testigo de su resurrección"
- Hechos 2, 32 "...el Patriarca David murió y fue sepultado, y su tumba permanece entre nosotros hasta ahora...A Jesús Dios lo resucitó, de lo cual todos nosotros somos testigos"
- Hechos 3, 12-15 "Sepan que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros Padres, ha glorificado a su siervo Jesús, a quien ustedes entregaron y a quien negaron ante Pilato...Pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello"
- Jesús glorioso
Después de
resucitar por su propia virtud, Jesús glorioso fue visto por los
discípulos, que pudieron cerciorarse de que era Él mismo: pudieron
hablar con Él, le vieron comer, comprobaron las huellas de los
clavos y de la lanza...
Jesús, que murió
en la cruz, ha resucitado, ha triunfado de la muerte, del poder de
las tinieblas, del dolor y de la angustia.
“Se apareció a su
Madre Santísima, se apareció a María de Magdala, a Pedro y a los
demás Apóstoles."
- Al tercer día
Jesús estuvo en el
sepulcro los tres días profetizados.
Resucitó al tercer
día, al amanecer, cuando aún estaba oscuro, anunciándonos su
propia luz.
El mundo había
quedado a oscuras. Jesús es la luz del mundo entero.
En Jn 8, 12 dice Jesús:
"Yo Soy la Luz del mundo. El que me sigue no caminará en
tinieblas, sino que tendrá la Luz de la Vida".
Jesús, es luz para
el mundo, para cada época de la historia, para cada sociedad, para
cada hombre, mujer y niño.
- La Vigila Pascual
En la liturgia de la
Vigilia pascual del Sábado Santo en la Misa, el Templo Parroquial
esta en oscuridad total, símbolo de las tinieblas en las que vive la
humanidad sin Cristo.
En un momento el
Sacerdote proclamó la gran noticia: "La luz de Cristo, que
resucita glorioso, disipe las tinieblas del corazón y del espíritu".
Y de la luz del
cirio pascual, que simboliza a Cristo, todos los fieles recibieron la
luz: el Templo Parroquial quedó iluminado con la luz del cirio
pascual.
Es la luz que la
Iglesia derrama sobre toda la tierra que vive en tinieblas.
La Resurrección de
Cristo es una llamada a nuestro apostolado: de ser luz y llevar la
luz a otros.
En Jn 12, 32 dice
Jesús: "Y cuando Yo haya sido levantado sobre la tierra,
atraeré a todos a mí".
Nuestra misión de
cristianos es proclamar esa Realeza de Cristo, anunciarla con nuestra
palabra y con nuestras obras.
- La Virgen María
La Virgen María,
que estuvo acompañada por las santas mujeres en las horas de la
crucifixión de su Hijo, ahora no acompañó a María Magdalena, y
las otras mujeres cuando iban a embalsamar el Cuerpo de Jesús.
María Magdalena y
las demás mujeres, han olvidado las palabras de Jesús acerca de su
resurrección al tercer día.
La Virgen Santísima
sabe que su hijo Jesús resucitará.
Ninguno de los
evangelios, nos da un detalle de la aparición de Jesús resucitado,
a su Madre María.
Pero si, después de su
resurrección Jesús
- a María Magdalena, se le apareció de forma que ella no le reconoció
- a los dos discípulos de Emaús, se les unió como un hombre que iba de viaje.
- a los apóstoles, se les apareció cuando ellos están reunidos en el Cenáculo con las puertas cerradas
Por eso. si Jesús
se le apareció a las mujeres y los discípulos, también se le
apareció a su madre.
Ella estuvo junto a
Jesús, en todos los momentos importantes de su vida, incluyendo en
su muerte en la cruz.
Por eso, ella
también tuvo su propia experiencia privilegiada de su resurrección.
A su Madre, se le
apareció en su forma gloriosa y divina, porque ya no tendría la
misma forma vida que tubo en la tierra.
Con esto, Jesús
cambia el inmenso dolor de su madre, en una inmensa alegría.
María, ve el cuerpo
de su Hijo glorioso y resucitado.
María, ve aquel
cuerpo que tuvo muerto entre sus brazos, ahora lo ve resucitado.
Y cada uno de
nosotros, durante este tiempo de Pascua, también celebremos la
resurrección de Jesús junto con su madre, la Virgen María.
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