Por: Rev. Diácono Teodoro L. González
Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo. (Lc 24, 46-53)
- Una síntesis del Kerigma
Este pasaje, hace
referencia a las conversaciones de Cristo con los apóstoles en los
40 días en que les habló del reino (Hech 1, 3).
Hace una síntesis
del kerigma del Mesías anunciado: que es el cumplimiento, el
sufrimiento y su resurrección al tercer día. Además, menciona el
arrepentimiento y perdón de los pecados.
- Está escrito en la Ley de Moisés y en los Profetas y en los Salmos.
Hacerles ver por la
Escritura que el plan del Padre no era el mesianismo, nacionalista y
político, sino que el Mesías había de morir y resucitar.
- Abrirles la inteligencia
Previamente en el
versículo 44, Lucas relata que: “les abrió la inteligencia para
que entendiesen las Escrituras, y les dijo que así estaba escrito
que el Mesías padeciese y al tercer día resucitase de entre los
muertos.”
“abrirles la
inteligencia,” significa hacer comprender, y él mismo le da la
explicación.
- Se les capacitó para que tuviesen una nueva visión.
Jesús mismo hace
referencia de que se predicase en su nombre, la necesidad del perdón
para la remisión de los pecados.
Con esto indica que
es cambiar nuestro modo de ser, y de ver en El, que, con su
mesianismo, muerte de cruz y de resurrección, Jesús mismo es el
único Salvador que Dios puso para la salvación.
En los Hechos de los
Apóstoles 4, 12 San Pedro dirá ante el Sanedrín: “En ningún
otro (Cristo) hay salud, pues ningún otro nombre nos ha sido dado
bajo el cielo, entre los hombres, por el cual podamos ser salvos”.
- La conversión y la remisión de los pecados
Este Cristo Mesías,
y la salvación a través de nuestra a su fe en él, es para todas
las naciones.
Por este plan de
Dios, esta Buena Nueva, será transmitida, comenzando por Jerusalén
(Hechos 1:8).
Con esto, Jesús da
la bendición al pueblo que lo crucificó, y a su vez, transmite el
privilegio de Israel a todas las gentes.
Los apóstoles serán
los testigos de toda esta verdad y enseñanza.
- Van a recibir el Espíritu Santo
Para esto los
apóstoles, van a ser preparados con la fuerza renovadora y
fortalecedora del Espíritu Santo en Pentecostés.
Esta enseñanza de
que se predique a todas las gentes la salvación en su nombre, surge
de la divinidad de Cristo, pues tiene dos poderes: el perdón de los
pecados y el enviar la promesa del Padre: el Espíritu Santo.
- La ascensión del Señor
Luego Lucas, hace
referencia, de la ascensión del Señor en presencia de los
apóstoles.
Así en el libro de
los Hechos, da una amplia descripción de la ascensión.
Jesús lleva a los
apóstoles hacia Betania, en el monte de los Olivos, para la
bendición y ascensión al cielo.
- Ellos se postraron ante Él
Ellos se postraron
ante la majestad de Cristo, que subía a los cielos.
Así también, en Lc
5, 8, Pedro, se postró a los pies de Jesús, diciéndole que se
apartase de él porque era pecador.
- Volvieron a Jerusalén
No es de extrañar,
el gozo de ellos, ante Cristo crucificado que asciende al cielo.
San Lucas, que
comienza este evangelio en el templo, con el oficio sacerdotal de
Zacarías, lo termina ahora igualmente en el templo, con la oración
de los apóstoles, al afirmar; “Y permanecían constantemente en el
templo, alabando a Dios”.
Hoy también
nosotros, asistimos al templo, para celebrar la Eucaristía en la
Misa, celebrada por el sacerdote, y recibir el cuerpo y la sangre de
Jesús en la Sagrada Comunión.
El templo, para los
judíos, era el lugar de la oración y de adoración, y allí,
asistían para prepararse para la recepción del Espíritu Santo el
Día de Pentecostés.
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