martes, 5 de marzo de 2019

La Epifanía del Señor



  1. La Epifanía  ( Mt. 2, 1-12)
La Epifanía
    • es la manifestación de Dios a todos los pueblos de la tierra
    • es la fiesta de la universalidad de la salvación para todos los hombres y naciones, ayer hoy y siempre
    • es el niño Jesús, que se manifiesta a toda la humanidad, pero especialmente a nuestra vida
    • es una invitación, para ser parte y experimentar, aquella alegría que sintieron los Reyes Magos, al estar en la presencia del niño Jesús
En Isaías 60, 1-6 , nos presenta un anuncio de que la salvación, esta más allá de las fronteras de Jerusalén, cuando dice; "Te inundará una multitud de camellos y dromedarios, procedentes de Medián y de Efá. Vendrán todos de Sabá trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor"

La gloria de Dios se manifiesta sobre Jerusalén, el lugar de reunión de todos los pueblos del mundo.

Son los magos de Oriente, quienes representan hoy, a todas las naciones paganas guiadas por una estrella, que vienen a adorar al rey de los judíos.
  1. La promesa
Se cumple en Cristo, la palabra de Isaías, también los pueblos paganos pueden recibir el cumplimiento de las promesas hechas a Israel.
San Pablo, en la Carta a los Efesios 3, 2-3 dice; Por revelación se me dio a conocer este misterio...que, por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo"

Es la gran noticia de Pablo al mundo pagano: el Evangelio es también para los no judíos, también ellos pueden ser discípulos de Cristo si lo aceptan en su vida.

Esta noticia es también para cada uno de nosotros, si aceptamos a Jesús en nuestra vida y lo demostramos a través de nuestro testimonio de vida.

Esta noticia es tan actual, como la primera vez que la comunica el apóstol San Pablo, de que, Cristo está vivo y sigue convocando a su Iglesia a todos los hombres de la tierra.
  1. Nuestra estrella de la vocación
Por eso en la tradición popular un Mago es Blanco, el otro Rubio, otro Negro, para significar todas las razas y pueblos.

La estrella es símbolo de nuestra vocación cristiana, que todos tenemos para seguir en el camino que nos lleva a Jesús.

Los magos
  • dejaron la tranquilidad de sus vidas
  • viajaron por las arenas del desierto en una caravana
  • los artistas pintan, las siluetas de tres reyes a camello, en la luz de la noche
  • es un cuadro con tres figuras en la arena y una estrella en el cielo
  • son sabios que conocían las escrituras y estudiaban los astros
  • conocían que cuando naciera el Mesías, una estrella los guiaría
  • puestos sus ojos en el cielo, vieron salir la estrella
  • su imagen está gravada en nuestras mentes y nuestro corazón
La estrella
  • seguirá brillando durante todos los siglos
  • la veremos siempre que miremos al cielo
  • muchos la vieron, solo tres la siguieron
  • su imagen está gravada en nuestra mente y en nuestro corazón
  1. Seguir nuestra estrella
Los Reyes Magos, se decidieron a seguir la estrella, por eso sin estrella,
  • ellos nunca hubieran dejado su tierra
  • ni llegado a Belén
  • ni conquistado un puesto en la historia de los hombres
Sus figuras se hubiesen perdido, como con las de los demás.
Fue un largo viaje con el fin exclusivo de adorar a Cristo.
  • Nadie les llamó y se han puesto en camino
  • Dejan atrás familiares, negocios, bienes
  • Cambian la comodidad de sus palacios, por la joroba de un camello
  • Han iniciado un viaje que no saben cuánto va a durar.
Vencieron, las críticas de los que, comentaban:
  • ¡Es una locura, Ponerse en camino por una estrella!
  • Observaban, criticaban, y a ninguno se le ocurre seguir una estrella.
Les parece locura salir de la vida cómoda y segura
  • no quieren dejar el fresco de sus casas, por el calor del desierto
  • Para ellos su vida, eso es lo importante
  • no quieren dejar la arena firme, por la arena del desierto
  1. La figura de los Reyes Magos
La figura de los Reyes Magos seguirá, por los siglos y no podrán borrarla.

La figura de los Reyes y sus camellos, estarán enseñando, a todos los hombres de todas las épocas, que el mejor camino es seguir nuestra propia estrella.

Algunos se apartan del mundo y aceptan el llamado de Jesús, otros siguen viviendo en el mismo lugar sin decidirse a dar ese paso.

Por el camino del desierto muchos hombres viajaron junto a los Reyes Magos, y en la misma dirección. Sólo ellos llegaron, porque siguieron la estrella.

A los otros, no les sirvió de nada el camino, porque de nada sirve si no nos lleva a Jesús. En el mundo muchos pierden su camino, porque solo buscan sus propias cosas.

En el caso de los Magos, los caminos se empalman para llevarlos a Jesús, pues siguiendo la estrella se consigue que cualquier camino sea camino del Señor.

Seguir nuestra estrella, es dejar muchas cosas que nos alejan de Jesús.
Es dejar atrás toda nuestra vida, cuando no es compatibles con las exigencias de la estrella.

Seguir una estrella es abrir nuestros ojos y nuestro corazón a una vida centrada en Jesús.
  1. ¿Donde esta el Rey de los Judíos?
El evangelio nos presenta a estos sabios de Oriente preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Vimos su estrella en Oriente y venimos adorarle” (Mt. 2, 1-2).

Son paganos quienes vienen a adorar al Niño Dios
  • En el libro de Números 24, 17 el vidente pagano Balaam, que vivía en Mesopotamia, y que temía a Dios, anuncia la estrella de Jacob y el cetro de Israel cuando dice la profecía, "Algo veo, pero no es para hoy; a alguien diviso, pero no de cerca; de Jacob se alza una estrella, un bastón de mando surge de Israel..."
  • En I Reyes 10, 1 la Reina de Saba, localizado al sur de Arabia, había tenido noticias de la fama de Salomón y había venido a conocerle, y trajo un gran numero de camellos cargados de perfumes y gran cantidad de oro y joyas. Y le dijo; "Bendito sea Yahvé, tu Dios, que te ha favorecido y te ha puesto en el trono de Israel. Yahvé es quien, en su inmenso amor por este pueblo, te ha puesto como rey para que lo guíes con rectitud y justicia".
Contrario a la fe de los Reyes Magos y de los pastores, esta la falta de fe del pueblo de Israel, y de las autoridades religiosas.
  1. Al llegar a Belén
Cuando los Reyes llegan a Belén,
  • la luz de la estrella desaparece
  • se han quedado sin la estrella que los guiaba
  • y ahora reciben la indiferencia de los habitantes de Jerusalén
  • que no saben nada, ni lo buscan, ni les interesa
Es la hora
  • de la crisis, de la prueba
  • del recuerdo de la vida tranquila que dejaron atrás
  • Es la hora, donde los hombres pueden decidir volverse atrás
  • tanto sacrificio, para nada
  • donde se acuerdan de los comentarios que les hicieron sus amigos, ¡Te lo dije!
  • !no te compliques la vida!
  • es cuando surge la pregunta, Si la estrella me ha traicionado, ¿para qué seguir?
  • esta situación se conoce como "la noche negra de nuestra vida"
  • todos la tenemos en algún momento de nuestra vida

Los Magos no se contentaron con mirar la estrella, sino que la siguieron.
Mirar es contemplar desde una cómoda posición. Seguir, exige la plena confianza en Dios.

Para ese Jesús no exhorta a orar sin cesar, en todo tiempo y lugar.
La oración, es nuestra respuesta a los requerimientos de la luz de Dios.
  1. El mundo actual
Ante un mundo actual, que todo lo cuestiona y que tiene poca o ninguna fe, muchos se hacen la pregunta, ¿cómo puede uno conocer que nuestra estrella es de Dios?

Los egoístas y los incrédulos, siempre encuentran excusas para quedarse quietos y no hacer nada.

Sin embargo, Jesús les dijo a los apóstoles, "Sígueme", y al instante lo dejaron todo y los siguieron.

Los Reyes Magos, confiaron en Dios, y así superaron la crisis de oscuridad, hasta que volvió a aparecer la estrella, y la siguieron hasta Belén de Judea.
  1. ¿Donde esta tu Dios?
Si los Reyes nos preguntaran hoy.
    • ¿Dónde está tu Dios?
    • ¿Cuál sería nuestra respuesta?
Los sabios, preguntaron y se pusieron en camino para buscar al Mesías.
  • ¿Y tu, te has puesto también en camino?
¿Qué encontraron los Reyes Magos?
  • un Niño en brazos de su madre en un pesebre
  • el ambiente era humilde y pobre
  • lo homenajearon y lo adoraron como hombre y como rey
¿Que es el niño Jesús para ti?

Los maestros de la Ley de Jerusalén conocían las profecías y sabían donde iba a nacer,
  • en Belén de Efrata, ciudad donde el Rey David tuvo su hogar y lo ungió el profeta Samuel
  • pero no fueron en su busca
  • y cuando se manifestó a Israel, tampoco le creyeron
  1. El niño hoy
¿Cuál es la imagen de Jesús, del que lo busca hoy?

El hombre de hoy busca un contacto, con Jesús de Nazaret,
  • pero de un modo equivocado,
  • porque busca a un Dios de acuerdo a su voluntad, y no la de Dios.
Por eso, los católicos y los de toda religión, tenemos que ser como la estrella que guíe a los hombres hacia el Señor, y no de dispersión y de división.
Nuestra vida de cristiano, debe ser de una continua manifestación del misterio de Dios, hecho carne en nosotros.
  1. Ser discípulos hoy
A los cristianos como discípulos, se nos confió el Evangelio y su predicación.

El discípulo es y tiene que ser imagen de Dios vivo, y lugar para el que cree.
Los discípulos somos y tenemos que ser
  • sal, para preservar
  • luz, para guiar y alumbrar
  • levadura, para fermentar y crecer como ejemplo para la humanidad
Si dejamos de ser luz, sal y levadura y ejemplo, los hombres vivirán por su propio camino sin esperanza, y defraudados Dios y de nosotros.

Sólo nuestro testimonio como discípulos de Cristo hace visible a Dios en nuestra sociedad.

Tenemos que promover los valores del reino de Dios, que son: la justicia, la verdad, el amor, la paz, la reconciliación.

Tenemos que ser profetas de lo invisible de Dios y modelos de lo visible de Jesucristo.

Solo así nos convertiremos en embajadores y promotores del mensaje del Evangelio de Jesús, para el mundo de hoy.
Si vinieran hoy, los Reyes Magos, a nuestra casa, ¡siguiendo nuestra propia estrella!, ¿Encontrarían un modelo y ejemplo de que somos discípulos de Jesús?
  1. Solo así
Un auténtico discípulo, siempre es manifestación de Dios vivo.

Solo así podremos decir, junto con los ángeles, "un Niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado" (Is. 9, 5).

Solo así, habremos visto nacer su estrella en el firmamento de nuestra fe.

Solo así, podremos presentarle al niño Jesús, nuestro corazón y nuestro testimonio de fe, que para él tiene más valor que el oro, el incienso y la mirra.
  1. Su alegría
"Al salir los Magos de Jerusalén he aquí que la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta pararse sobre el sitio donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría".

No se extrañan porque la estrella se detenga ante un pesebre.

Ellos se alegran. Se alegran con un gozo inmenso.

Tiene que ser así, por que todo camino que nos conduce a Jesús, está lleno de alegría.

¡Cuántas almas se deprimen, porque Dios no se muestra de un modo conforme al que ellos esperan!

Los habitantes de Belén vieron en Jesús, a un niño igual que los demás.

Sin embargo, Los Reyes Magos, supieron ver en el Niño, al Mesías, que desde todos los siglos esperaban y le adoran.

Y su fe les valió el privilegio de ser los primeros, entre los gentiles, en adorarle.

Hoy, nosotros también debemos que estar atentos, porque el Señor se nos manifiesta en cualquier momento de nuestra vida.
  1. Le adoraron
"Y entrando en la casa, vieron al Niño con María, su madre, y postrándose le adoraron".

Le adoraron, porque han estudiado las escrituras y saben que él es el Mesías, Dios hecho hombre.

El Concilio de Trento cita este pasaje de la adoración de los Magos al enseñar el culto que se debe a Cristo en la Eucaristía.
  • Jesús presente en el Sagrario, y que recibimos en la Comunión en la Santa Misa, es el mismo a quien encontraron estos hombres sabios en brazos de María.
Por eso, debemos meditar
  • cómo le adoramos cuando está expuesto en la custodia o reservado en el Sagrario
  • y como es nuestra adoración y reverencia cuando nos arrodillamos en la Santa Misa.
  1. Los Cofres
Los Magos abrieron sus cofres y le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Los dones más preciosos, lo mejor, para Dios.

Le ofrecen oro, símbolo de la realeza.
  • Nosotros buscamos y queremos que él ejerza su reino de justicia, de santidad y de paz sobre nuestras almas
  • El oro como metal en la naturaleza, vienen de Dios, pero ha dispuesto que los utilicemos, en provecho de la humanidad, pero sin dejar que se convierta en el centro de nuestro corazón
Le ofrecemos incienso.
  • el perfume que, quemado cada tarde en el altar, era símbolo de la esperanza puesta en el Mesías
  • Nosotros le presentamos nuestro propio incienso, que son nuestras buenas obras con perfume de olor a Cristo, que suben hasta el Señor, (2 Cor 2, 15)
  • También le presentamos, nuestras palabras y acciones en el olor de Cristo y por Cristo
  • También en los momentos solemnes de la Misa, se usa el incienso en el momento de adoración a Cristo Jesús
Le ofrecemos mirra.
  • porque Dios encarnado tomará nuestras enfermedades y nuestros dolores
  • La mirra, es el sacrificio de nuestra cruz, que no debe faltar en toda vida cristiana
  • La mirra nos recuerda la Pasión del Señor
    • en la cruz le dan a beber mirra mezclada con vino (Mc 15, 23)
    • y con mirra ungieron su cuerpo para la sepultura (Jn 19, 39)
  1. Nuestras ofrendas
Diariamente podemos hacer nuestra ofrenda al Señor, porque cada día tenemos un encuentro con Él en la Santa Misa y en la Comunión.

Cuando el sacerdote presenta las ofrendas, también podemos poner nuestra ofrenda, hecha de todas las cosas pequeñas que hacemos diarias, y que Jesús aceptará.

Si las hacemos con amor y sacrificio, esas cosas pequeñas tienen más valor que el oro, el incienso y la mirra, porque se unen en la Santa Misa, al sacrificio de Cristo, Hijo de Dios, que el Sacerdote ofrece.
  1. Regresaron por otro camino
Nos dice Mt 2, 12 "Después, obedeciendo a la voz de un ángel, los Magos regresaron a su país por otro camino"

¡Como debieron tener el alma estos Reyes Magos, por haber tenido la oportunidad de haber visto al Niño y a su Madre!

Han pasado veinte siglos desde aquella primera adoración, y son millones de personas en el mundo, que siguen el camino que los lleva al encuentro con el niño Jesús y su madre

Mediante la fiesta de la Epifanía, la Iglesia Católica, sigue proclamando la manifestación de Jesús a todos los hombres, sin distinción de raza o nación.

Nosotros somos los que, estando en este mundo temporal, hemos visto nuestra estrella del llamado de Dios, para ser luz del mundo.

La Epifanía es nuestra fiesta de la fe y del apostolado.

En esta fiesta participa toda la Iglesia del mundo.

Tenemos que pedirle a los Santos Reyes Magos, que nos enseñen el camino que lleva a Cristo para que cada día le llevemos nuestro oro, nuestro incienso y nuestra mirra.

Pidámosle también a la Virgen María, Madre del niño Jesús, por lo tanto, Madre de Dios, y Madre Nuestra, para que nos guíe en el camino para encontrarnos a Cristo Jesús.

Los Reyes Magos tuvieron una estrella; nosotros tenemos a María como nuestra estrella.

Si buscas a Jesús encuentras a María, si buscas a María encuentras a Jesús.


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