"...Haced lo que Él os diga..." (Jn 2, 1-12)
- La humanidad de Jesús
En las
Bodas de Caná, Jesús transforma el agua en vino por intercesión de su Madre Santa
María, que dice: "No tienen vino" y, como quien tiene autoridad
propia, dice a los criados: "Haced lo que Él os diga".
Y Jesús, dice:
"Llenad las vasijas de agua", y el Señor hace el milagro; transforma
el agua, en divinas.
Por eso,
vamos a ver en ese milagro, ese amor de parte de Jesús a toda la humanidad,
como una forma de unión de él con nosotros.
Vemos como
el Señor, transforma nuestra miseria, nuestra agua, en ese vino divino, que
ofrecemos, a través del Sacerdote, en la Eucaristía durante la Misa.
Hemos visto
el día de Navidad, cómo Jesús vino entre nosotros, "El Verbo se hizo
carne, y habito entre nosotros".
Es el modo
más sencillo que hizo Dios, que es hacerse uno de nosotros, para darnos nuestra
redención.
Por eso, la
manifestación de Jesús queda manifestada, y con su Epifanía se unen también su
bautismo y el milagro de las bodas de Cana.
Aunque en
nuestra vida diaria hay muchos momentos en que llevamos nuestra cruz, también,
en la vida hay muchos más momentos alegres que disfrutamos y que le dan sentido
a la vida, tales como el amor, la amistad, el ambiente de familia, los momentos
de oración, de disfrutar los rayos de sol en un bello atardecer o amanecer,
entre otros.
Y los
momentos más importantes de nuestra vida, es cuando sacamos tiempo para estar
con Dios a solas.
Estos
encuentros, son los que cuando estemos tan preocupados por nuestros problemas y
enfermedades, Jesús nos ayuda a encontrar el camino de la paz y tranquilidad
que solo él nos puede dar.
Y esa paz,
es la fortaleza que tenemos para hacer y cumplir la voluntad de Dios.
Y solo así podremos
entender y comprender el amor que Dios tiene con nosotros, en Cristo Jesús.
El
Evangelio nos enseña que, debemos llevar siempre en nuestro corazón que,
estamos con el Señor y que él esta con nosotros.
Él, no nos
deja nunca solos, "Yo estaré con vosotros, hasta el fin del mundo".
En nuestra
vida sólo tenemos, lo que hemos dado, y cuanto más damos más se nos da.
Si damos
amor, nos dan amor.
Junto al
Amor, Jesús nos da la Esperanza, nos da la Fe, y esto es lo que nos mueve a llevar
una vida de acuerdo con la voluntad de Dios.
Por eso nos
dice San Pablo sobre nuestra unión con Cristo."Para mí, la vida es
Cristo".
Solo así
podemos dar la paz, porque la gente, necesita la paz.
Por eso, al
ver a Jesús en las Bodas de Caná, en esta manifestación en su primer milagro, tenemos
que fomentar en nosotros el deseo de amar más la Humanidad de Jesús, y seguir
sus palabras: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida"
- Las bodas en el pueblo de
Israel
En Israel las
fiestas de las bodas duraban varios días y el vino era un elemento indispensable
por ser la bebida más importante y, símbolo del amor de los novios. Había que preparar
en cantidad comida y vino para los invitados.
Entre los que se encuentran invitados en estas bodas de Caná vemos a María, a Jesús y a sus Discípulos.
Reinaba un ambiente de fiesta y alegría.
Igual que
para los puertorriqueños.
- La fiesta de boda
De ahí los
600 litros de las tinajas de agua que Jesús convierte en vino.
María llega
a la boda, y ayuda. De esta forma, con su intuición femenina, se da cuenta del
apuro por el que pasaban los novios al faltarles el vino.
- El nombre de madre de Jesús
Dos veces
llama San Juan, Madre de Jesús, a la Virgen. La siguiente ocasión será en el
Calvario.
Entre los
dos acontecimientos, Caná y el Calvario hay diversas analogías.
Uno está
situado al comienzo y el otro al final de la vida pública de Jesús, para
indicar que toda la obra del Señor está acompañada por la presencia de María.
Ambos
episodios señalan la especial solicitud de Santa María hacia los hombres;
ü
en
Caná intercede cuando todavía no ha llegado la hora;
ü
en
el Calvario ofrece al Padre la muerte redentora de su Hijo,
ü
y
acepta la misión que Jesús le confiere de ser Madre de todos los creyentes.
ü
"Mujer,
ahí tienes a tu hijo"
María se
pone entre su Hijo y los hombres.
Por eso, es
mediadora como madre nuestra, para hacer presente al Hijo las necesidades de
los hombres.
Por eso,
María intercede por los novios ante su hijo.
La respuesta
de Jesús, puede ser de difícil interpretación para nosotros, porque en la
respuesta, se aprecia un distanciamiento de Jesús frente a su madre. "No
ha llegado mi hora"
Por eso cuando
la llama mujer, nos suena extraña en la boca de un hijo y sobre todo en la
cultura del pueblo judío.
Sin embargo,
la reacción de María, nos demuestra que no fue un rechazo, ya que le dijo a los
sirvientes que hicieran lo que él les dijera.
- No tienen vino
Pero la Madre,
que conoce bien el corazón de su Hijo, actúa como si hubiera accedido a su
petición inmediatamente.
María es la
Madre atentísima a todas nuestras necesidades, como no lo ha estado ni lo
estará ninguna madre sobre la tierra.
El milagro
tendrá lugar porque la Virgen ha intercedido.
«¿Por qué
tendrán tanta eficacia los ruegos de María ante Dios?
Porque las
oraciones de los santos son oraciones de siervos, en tanto que las de María son
oraciones de Madre, que es de donde procede su eficacia y carácter de
autoridad.
Y como
Jesús ama inmensamente a su Madre, no puede rogar sin ser atendida.
Nadie le pide
a la Santísima Virgen que interceda ante su Hijo en favor de los esposos.
Con todo,
el corazón de María, la impulsó a encargarse por sí misma del oficio de
intercesora y pedir al Hijo el milagro, a pesar de que nadie se lo pidiera.
Si la Santísima
Virgen obró así sin que se lo pidieran, ¿qué hubiera sido si le rogaran?
¿Qué no
hará cuando le decimos "ruega por nosotros"?
¿Qué no
conseguiremos si nos empeñamos en acudir a ella una y otra vez?
Ella, como
cualquier madre, está siempre pendiente de nuestras necesidades espirituales y
materiales.
- La hora
También es
difícil entender lo que significaba, la hora de Jesús.
Algunos
comentaristas bíblicos que entienden esa hora, como la hora de la cruz, en la
que Jesús tenía que ser glorificado, según la voluntad del Padre.
Pero, la
hora de Jesús no la señalan los hombres. Porque es la hora que Dios quiere, y
que sólo él conoce.
Jesús, con
su respuesta dura, nos enseña la fe de su madre, y así llega la hora del
milagro del vino, que se repetirá en la ultima cena con sus discípulos.
El milagro
del vino, es un signo que tiene un doble sentido:
ü
es
una demostración del poder de Dios y de su presencia
ü
es
la revelación de Dios y su mensaje
La transformación
del agua, en vino es signo de la abundancia de la vida, que Jesús ha venido a
traer al mundo.
Este signo también
lo vemos, en la multiplicación de los panes.
Ambos signos
anticipan el sacrificio de Cristo, en el que se revela la generosidad de Dios
sobre cada uno de nosotros.
Es lo que
celebramos en la eucaristía en la Misa, cuando el pan y el vino, se convierten
en el cuerpo y la sangre de Jesús, cuando el sacerdote repite las mismas
palabras que dijo Jesús en la Ultima Cena con los discípulos.
- Los milagros de Jesús
En la boda
de Caná de Galilea encontramos el primero de los signos milagrosos, porque tienen
un significado pedagógico.
Los
evangelistas Mateo, Marcos y Lucas, narran muchos milagros, Juan ha escogido
siete, que los explica detalladamente y los ilustra con palabras de Jesús, para
enseñar una lección.
Para Juan,
cada signo revela una característica del Reino de los Cielos.
En la Boda
de Cana, simboliza el banquete que los profetas habían anunciado, y que Jesús
hará referencia, en la parábola de las bodas del hijo del rey.
- La familia
Jesús
comienza su ministerio dentro de los círculos familiares:
ü
su
propia ciudad, Cafarnaún,
ü
su
familia
ü
la
de sus apóstoles
Entre los
detalles de la boda, que nos da Juan están:
a)
El
que María diga a Jesús que los convidados no tienen vino
ü
es
una preocupación de una mujer atenta a los pequeños detalles
ü
también
significa, que nosotros estamos faltos del vino de la felicidad, y Dios espera de
nuestra iniciativa para devolvernos la felicidad
ü
y
Jesús, es el buen vino de esa felicidad prometida
b)
No
ha llegado mi hora
ü
es
la referencia a la glorificación del Mesías, a través de su muerte y
resurrección
- El tercer día
En Jn 2, 1
dice: "A los tres días se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la
madre de Jesús era de la fiesta"
Es una
forma de hacer referencia al cumplimiento de la Pascua de Cristo, de su muerte
y resurrección al tercer día.
ü
En
Lc 24, 7 dice: "El Hijo del Hombre debe ser entregado en manos de los
pecadores y ser crucificado y resucitado al tercer día"
ü
En
Oseas 6, 2 dice: "Dentro de poco nos dará la vida, al tercer día nos
resucitará y viviremos en su presencia"
- El tema de la hora
Pero lo
decisivo en esta ocasión es el tema de la hora
ü
En
Jn 7, 30-39 dice: "entonces los judíos quisieron tomarlo preso; pero nadie
le puso la mano encima; porque aún no había llegado su hora"
ü
En
Jn 8, 20 dice: "Jesús dijo estas cosas en el recinto del Templo. Enseñaba
en el lugar donde se reciben las ofrendas, y nadie lo tomó preso porque aún no
había llegado su Hora"
ü
En
Jn 13, 1 dice: "Antes de la Fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había
llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre..."
ü
En
Ju 17, 1 dice: "Cuando terminó este discurso, Jesús elevó los ojos al
cielo y dijo: Padre, ha llegado la hora: da gloria a tu Hijo para que tu Hijo
te dé gloria a ti..."
La hora de
Jesús, es una muerte que le glorifica y glorifica al Padre, porque realiza la
salvación del mundo.
Solo así se
comprende el diálogo, entre María y su Hijo.
La Virgen
no viene a pedir un milagro, sino que se limita a señalar un momento de apuro durante
la boda.
- La respuesta de Jesús
Jesús
responde: "¿Qué nos va a ti y a Mi, mujer?"
San Juan
nos ofrece, en este relato un ejemplo de un milagro de Jesús. pero a través de
un signo.
Porque el
que Jesús, haya asistido a la boda, quiso demostrar que él es el autor y
bendice el matrimonio.
En Mt 19, 6
el mismo Jesús, a la pregunta de si es lícito al hombre despedir a la mujer por
una causa cualquiera, responde negativamente, a no ser en caso de fornicación.
Su respuesta,
fue: "Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre".
Dios
instituyó el matrimonio, y por tal motivo, la unión es de Dios.
Ni las que
han consagrado su virginidad a Dios, carecen de bodas, por que ellas también
participan con la Iglesia, que es la esposa de Cristo.
"Maridos,
amar a sus esposas, como Cristo ama a su Iglesia".
El Señor Jesús,
al aceptar la invitación de asistir a la boda, consolida la fidelidad conyugal
y glorifica el misterio del matrimonio.
El esposo
de las bodas de Caná al que se dijo: "Has conservado el buen vino hasta
ahora", también representaba a Jesús, porque, había conservado hasta el
final el buen vino, su palabra.
- Tres frases
Las tres
frases del relato de San Juan son:
ü
La
inicial: "Tres días después hubo una boda en Caná de Galilea, y la madre
de Jesús estaba allí".
ü
La
central, pronunciada por María: "No tienen vino".
ü
Y
la final: "Allí Jesús manifestó su gloria".
- El tercer día
¿Qué es el
tercer día?
El evangelio
de Juan comienza con la descripción de una semana de acontecimientos, mencionados
día a día.
El primer
día de esa semana, lo encontramos en Jn 1, 29 cuando nos dice, Al día
siguiente, Juan vio a Jesús que venia a su encuentro y exclamo: "Ahí viene
el Cordero de Dios, el que quita el pecado del mundo...", y anuncia que es
mayor que él.
El
versículo 35 dice; Al día siguiente, es el segundo día, donde estaba Juan con
dos de sus discípulos, y al ver a Jesús que iba pasando dijo: "Ese es el Cordero
de Dios", y estos lo siguieron y le preguntaron "Maestro, ¿donde
vives? y Jesús les dijo "Vengan y lo varan".
El
versículo 43 dice; Al día siguiente, es el tercer día, donde Jesús al partir
hacia Galilea, se encontró con Felipe y le dijo "Sígueme".
Aquí es
donde el Evangelio de Juan dice: "Tres días después hubo una boda en Caná
de Galilea".
Con esto,
la boda de Caná, cae en el sexto día de la semana, que es el día de la creación
del hombre y de la mujer por Dios.
El
Evangelio de Juan 1, 1 dice: "Al principio era el Verbo..." usando la
misma palabra con que comienza Génesis 1, 1 "Al principio Dios creo el
cielo y la tierra".
El libro de
Génesis hace referencia a una semana de la creación, y es el sexto día, cuando Dios
crea al hombre del barro, y la mujer de la costilla del hombre, que hacen que sus
vidas estén unidas, por eso en Caná de Galilea, Jesús manifiesto su gloria en
la unidad del matrimonio, en el sexto día de esa semana.
El
evangelio de Juan reconstruye, una semana correspondiente a la semana de la
creación, con la semana que termino con la boda de Caná y coincidir con el día
en que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y creó a la mujer para que
le acompañara.
De esta
forma, Jesús le da importancia a la obra creadora de Dios, reafirmando con su
presencia, la importancia del matrimonio.
Como Dios
nos ha dado el libre albedrío, la intervención de Jesús se producirá al surgir
una situación del hombre, y de la mujer: "No tienen vino".
- En la cruz
Esto mismo surgirá
en el sexto día, en la pasión y muerte de Jesús, cuando en la cruz le dice a la
madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo", y después le dijo al discípulo:
"Ahí tienes a tu Madre".
Ahí se
demuestra la humanidad de Jesús, con cada uno de nosotros, restaurando así la reconciliación
de Dios con el Hombre.
- No tienen vino
¿Qué puede
significar la palabra de María: "No tienen vino?".
En los
evangelios hay expresiones parecidas
ü
En
Mt 25, 8 hace referencia a una situación de las necias que estaban esperando al
novio en la fiesta de boda; "Ya no nos queda aceite, y nuestras lámparas
se apagan".
ü
"No
tienen aceite"
ü
En
Jn 6, 1-7 hace referencia a la multitud, cuando Jesús le dice a Felipe:
"¿Donde podremos conseguir pan para que coman? y Felipe le responde
"Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo
de pan"
ü
"No
tienen pan"
En la Boda
de Caná, donde se celebra el amor de una pareja, donde hay una fiesta, falla la
previsión humana, y se acaban los recursos y se produce una situación difícil,
donde surgen comentarios negativos sobre el futuro de su hogar y la
perseverancia en el matrimonio.
El hombre y
la mujer, el novio y la novia, el marido y la esposa, se encuentran sin saber
qué hacer.
La fiesta
de bodas está a punto de convertirse en una desilusión, en una señal de mala
suerte.
En ese
momento surge la frase: "¡No tienen vino!".
El hombre y
la mujer, creados para realizar juntos la unidad, cuando Dios dijo: "No es
bueno que el hombre este solo..."
El hombre y
la mujer, el mismo día del comienzo de su matrimonio, viven una experiencia de bloqueo.
Se echará
la culpa uno al otro.
Surgen los malentendidos,
el nerviosismo, el cansancio, las diferencias de carácter, los problemas de la
vida diaria, entre otros.
En ese
momento surge la pregunta, ¿Soy capaz de amar, aun en las dificultades?
En ese
momento es cuando ponemos nuestra confianza en María, Madre de Jesús, Madre de
Dios, y Madre Nuestra, que interviene en nuestro auxilio ante su Hijo, y le
dice: "No pueden más".
- La Eucaristía
La palabra:
"Allí Jesús manifestó su gloria"
La
Eucaristía, es la transformación del agua en vino, cuando el Sacerdote repite
las mismas palabras de Jesús en la Ultima Cena.
La
Eucaristía es el de amor que crea unidad:
ü
en
el noviazgo
ü
en
la vida matrimonial
ü
en
la comunidad
ü
en
la Iglesia
La
Eucaristía es la manifestación, de la gloria de Dios.
- El vino
Para todos
los países del Mediterráneo, el vino es parte importante de la vida y la
cultura.
El cultivo
de la viña, era muy importante para la economía antigua.
Depende del
cambio de las estaciones y del trabajo del hombre.
El vino
estaba destinado a ser usado en el servicio religioso.
En todos
los momentos importantes de la vida de los israelitas y del anuncio del Reino de
Jesús, encontramos el vino y la viña.
El vino fue
importante en la Ultima Cena de Jesús con los discípulos.
El vino es
hoy en un elemento importante del banquete eucarístico en la misa.
- El vino y la viña en Israel.
El vino es
para Israel, símbolo de la bendición divina.
En el AT,
vemos que una tierra rica en viñedos, y vino en abundancia, son signos de
prosperidad.
El vino
proporciona alegría y su característica lo hace un elemento apropiado en la
liturgia.
El vino
introduce al hombre en el ambiente de lo sagrado.
El pueblo
de Israel ve en la esterilidad de la viña, la consecuencia de su infidelidad con
la alianza.
Ellos
consideran que el camino de la conversión y de la fidelidad, es el medio para recuperar
la bendición de Yahvé.
Israel ve
en la mano de Yahvé, las consecuencias de las calamidades, a causa de su pecado
y desobediencia.
Pero, al
mismo tiempo, reconoce que Yahvé es fiel y nunca dejara la viña que ha plantado.
La tierra
prometida, después de cuarenta años de desierto, era una tierra rica en viñas,
haciendo alusión a la tierra prometida en el cielo.
El vino es
considerado que alegra el corazón del hombre, pero también, el exceso nos puede
llevar a la embriaguez.
Y lo que
importa todavía más que el vino como bebida, es el vino de la sabiduría y del
conocimiento de Dios.
En el
evangelio, el vino adquiere un valor simbólico de las realidades del cielo.
- Jesús, viña de la nueva
alianza.
La
fidelidad que Dios desea para el pueblo elegido la encuentra finalmente en Jesús,
como verdadera viña.
En Jesús, nace
la nueva alianza.
En la viña
de la nueva alianza produce fruto en abundancia.
Ese nuevo vino
es el amor.
Es un amor
del Padre hacia los hombres y de los hombres hacia el Padre.
Así es el
vino es frutos de la nueva y definitiva alianza.
Ese nuevo vino
es la sangre de Cristo, ofrecida por la redención de todos.
Cuando en
la tarde del Jueves Santo, en la Ultima Cena, al presentar Jesús la copa de
vino a sus discípulos, dice: "Esta es mi sangre".
- La Iglesia bajo el signo de la viña.
El tema de
la viña también profundiza en el misterio de la Iglesia.
Cuando
Jesús dice: "Yo soy la viña; vosotros sois los sarmientos".
Los
miembros de la Iglesia dependen de la unión con Cristo, y, así forman una sola
cosa con El.
Esto lo vemos
cuando decimos que la Iglesia es "un sola, Católica, Apostólica y Romana".
Los
sarmientos no tienen ninguna vida sola, y separados de la viña, solo sirven
para ser echados al fuego.
Por eso, la
vida que circula por los sarmientos es la misma que circula por la viña.
Por eso, todos
los miembros de la Iglesia reciben la invitación de Jesús, a contribuir a la
edificación del Reino de Dios, y llamados a ser obreros en la viña del Padre.
- La misión como servicio del
amor.
El vino de
la nueva y alianza es el amor.
Jesús nos
enseño que el primer mandamiento es "Amar a Dios sobre todas las cosas”, y
el segundo es "amar al prójimo como a ti mismo"
Sin amor no
existiría la Iglesia.
La misión de
la Iglesia es, el servicio del amor fraterno universal.
Es el llamado
universal, a la salvación de todos los hombres.
Lo que
Jesús ha hecho por nosotros, debemos hacerlo por la Iglesia.
- La Eucaristía y el vino de la Nueva Alianza.
Además, el
vino es símbolo de la fe en el Sacramento de la Eucaristía.
Jesús en la
Ultima Cena dijo: "Cada vez que coméis este pan y bebéis esta copa,
anunciáis la muerte del Señor, hasta que venga" (1 Cor. 9. 26).
El vino, y
el pan, es una realidad que nos une, con la muerte de Cristo en la cruz.
Dios lo ha
creado todo por amor, y ha amado tanto a los hombres que les ha dado a su
propio Hijo como víctima por sus pecados.
El
sacrificio de Cristo, es signo del amor eterno de Dios por la humanidad.
El vino, es
uno de los frutos, del trabajo del hombre.
El amor de
Dios, es uno de los temas principales en toda la palabra de Dios.
La historia
de la salvación es, una historia de amor, que se cumple en la Iglesia.
"Maridos
amar a sus mujeres, como Cristo ama a su Iglesia".
Cuando la
Iglesia dice: “Amen”, quiere decir: “Si quiero” a la alianza nueva y eterna,
alianza, símbolo del matrimonio indisoluble, entre Cristo y su Iglesia.
Por eso, la
Iglesia es la Esposa de Cristo.
Cada vez
que celebramos la Eucaristía en la Misa, celebramos las bodas de Cristo con la
Iglesia.
Por eso, en
la Boda Caná de Galilea, cuando todavía no había llegado la hora, anticipa el
banquete eucarístico, convirtiendo el agua en vino, que luego en la Ultima
Cena, convertiría el vino en su propia sangre.
En las
bodas que Cristo contrae con la Iglesia, nos ofrece su mejor vino, su propia
sangre derramada por todos los hombres.
Cada vez que
la comunidad reunida celebra la Eucaristía, Cristo alimenta a su Esposa, y la
une a sí mismo, que es su Cabeza, para llegar a ser un solo cuerpo.
Todos los
que comemos del mismo pan de la Comunión, formamos un solo cuerpo, en la cual,
Cristo es la cabeza.
- La Ley perdió su valor.
María,
siempre siguió a Jesús en su vida, participando de sus penas y alegrías, de su
cruz y de su resurrección.
ü
Las
tres grandes palabras de María, en los evangelios son:
"hágase en mi según tu palabra", es fe y entrega
"no tienen vino": es cercanía maternal e intercesión
"haced lo que El os diga": es entrega al Hijo, es volver a dar a luz al Hijo y abrirnos a su evangelio
"hágase en mi según tu palabra", es fe y entrega
"no tienen vino": es cercanía maternal e intercesión
"haced lo que El os diga": es entrega al Hijo, es volver a dar a luz al Hijo y abrirnos a su evangelio
- Conclusión.
Jesús no
nos niega nada; y nos concede lo que solicitemos a través de su Madre María.
Ella se
encarga de enderezar nuestros ruegos u oraciones, como hacen las madres.
Siempre Jesús,
nos da más de lo que pedimos, como ocurre en aquella boda de Caná de Galilea.
Hubiera
bastado un vino normal, y hubiera sido suficiente.
El Señor
nos da más de lo que merecemos y mejor.
Por: Rev. Diac. Teodoro L. González Serrano
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