jueves, 4 de abril de 2019

Liturgia Cuaresmal - 40 días


  1. ¿Qué es La Liturgia Cuaresmal?
El Vaticano II estableció que se mantuviera la dimensión penitencial de la Cuaresma y la bautismal, por tal motivo se preparó un nuevo Ritual de la iniciación cristiana de adultos, que establece cómo deben realizarse los distintos ritos litúrgicos durante la Cuaresma.
Además, el actual leccionario dominical comprende tres ciclos de lecturas, con los ciclos A (Mateo), B (Marcos) y C (Lucas).

Las primeras lecturas dominicales presentan las principales etapas de la historia de la salvación, mostrándonos que la revelación es la realización progresiva de un proyecto eterno de Dios, desarrollado en el tiempo, que se dirige hacia Cristo y culmina en Cristo.
Las segundas lecturas están tomadas de las cartas de San Pablo, y sirven para iluminar los temas del día con reflexiones del apóstol.

Los evangelios de los días feriales exponen los grandes temas cuaresmales:
  • la llamada a la conversión,
  • el amor al prójimo,
  • el perdón de los pecados,
  • la pasión de Cristo.
  1. ¿Cuales son las características de Cuaresma?
  • Tiempo de gracia. Porque es un regalo que se nos ofrece para que redescubramos lo esencial del cristianismo en la lectura de la Palabra de Dios, en la oración y en la práctica de una vida íntegra.
  • Tiempo de preparación para la Pascua. Porque las cosas importantes hay que prepararlas con tiempo. La Pascua es tan importante que celebramos los misterios de nuestra redención, durante 40 días.
  • Tiempo de catequesis bautismal. Porque se ha recuperado la preparación bautismal para los adultos que reciben en Pascua el bautismo, la confirmación y la primera comunión. Los ya bautizados están llamados a tomar conciencia del don del bautismo y a renovar su gracia
  • Tiempo de conversión. Porque los cristianos deberíamos vivir como cristianos siempre, pero todos somos conscientes de que muchas veces equivocamos el camino, por lo que la Cuaresma es una llamada a recibir el perdón de Dios y a volver a empezar, en su nombre, la vida de la gracia.
  1. ¿Cuál es el sentido de los 40 días de la cuaresma?
La palabra «Cuaresma» significa sencillamente 40 días. Surgió por el deseo de imitar el retiro de Jesús en el desierto, al inicio de su vida pública: «[Jesús], al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal», (Prefacio del primer domingo de cuaresma).

Pero, ¿por qué Jesús se retiró durante ese preciso periodo de tiempo?
  • La Biblia hace un uso abundante del simbolismo de los números, que hay que interpretar para comprender su mensaje.
  • El número 40 aparece más de cien veces, pero pocas con un significado matemático.
  • Al ser aproximadamente lo que podía vivir una persona normal en la antigüedad, se convirtió en la imagen de una generación, de una vida, de un tiempo suficientemente largo para realizar algo importante.
  • La vida de Moisés es un ejemplo. Murió con 120 años (Dt 34,7), que San Esteban divide en tres etapas de 40 (Hch 7,20-40), que corresponden a tres «vidas», a tres maneras de relacionarse con Dios.
  • En los otros textos, sucede algo similar. Cuando Dios envió el diluvio, «estuvo lloviendo sobre la tierra 40 días y 40 noches» (Gn 7,12).
  • Isaac se casó con Rebeca a los 40 años de edad (Gn 25,20). También su hijo Esaú (Gn 26,34).
  • Moisés guió a su pueblo durante 40 años por el desierto (Dt 29,4) y pasó 40 días orando en la cima del Sinaí (Ex 24,18). El mismo tiempo que tardaron los enviados de Moisés en explorar la tierra de Canaán (Nm 13,25).
  • Los que cometen un delito deben recibir un máximo de 40 azotes, ya que superar ese número sería un exceso irracional (Dt 25,3).
  • David reinó 40 años (1Re 2,11).
  • El profeta Elías anduvo durante 40 días por el desierto, hasta el Horeb, donde se encontró con Dios (1Re 19,8).
  • Jonás anunció que Nínive sería destruida a los 40 días (Jon 3,4).
  • Después de sus desgracias, Job vivió 40 años de bendición (Job 42,16).
  • María presentó a Jesús en el Templo, a los 40 días de su nacimiento (Lc 2,22), tal como mandaba la Ley (Lv 12).
  • Jesús pasó 40 días de retiro en el desierto (Mt 4,2) y, después de la resurrección, se apareció también durante 40 días (Hch 1,3).
  • Así pues, un conjunto de 40 (días o años) es el tiempo necesario, completo, oportuno, para hacer algo importante.
  • La Cuaresma supone el tiempo de gracia que la Iglesia nos ofrece para nuestra salvación. En ella se nos ofrecen, también, los medios necesarios para alcanzarla.
  1. ¿Cuáles son las Prácticas Cuaresmales?
Siguen siendo las mismas que Jesús indica en el evangelio de Mateo 6, 1-8, que se lee el miércoles de Ceniza, que son la oración, el ayuno y la limosna.
  • La oración no consiste en repetir fórmulas compuestas por otros. Como dice San Juan Crisóstomo, debemos practicar: «una plegaria que no sea de rutina, sino hecha de corazón; que no esté limitada a un tiempo concreto o a unas horas determinadas. Conviene que elevemos la mente a Dios no sólo cuando nos dedicamos expresamente a la oración, sino también cuando atendemos a otras ocupaciones».
  • El ayuno consiste en privarnos de cosas y entretenimientos (que pueden ser útiles y buenos en sí mismos), para dedicarnos a cosas más importantes, recordando que Jesús dijo que «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios» (Mt 4,4). Tal como enseña Jesús, el verdadero ayuno consiste en amar el alimento espiritual más que los alimentos corporales.
  • La limosna. Desde sus orígenes, la Iglesia ha considerado siempre que el ayuno sirve para comprender mejor el sufrimiento de los pobres y para darles a ellos el fruto de nuestras privaciones.
La limosna ayuda:
  • a tener una relación correcta con las cosas porque los bienes no son fines en sí mismos, sino sólo medios,
  • y con las personas porque todos somos responsables del bien de los demás y no podemos desinteresarnos de la suerte de los desfavorecidos.
Por último, hay que practicar la oración, el ayuno y la limosna, a la luz de la enseñanza de Cristo, que dice: «No hagáis el bien para que os vean los hombres» (Mt 6,1).
  • Las tres deben ser la expresión exterior de unas actitudes interiores de generosidad, y de amor de Dios.  
  • Las buenas obras se deben hacer porque estamos convencidos de que son buenas, sin otras intenciones, y procurando que pasen desapercibidas, para evitar la vanagloria.
Que el Señor nos conceda a todos la gracia de amarle más que las cosas, más que la vida, más que a nosotros mismos. Que su amor sea conocido por todos y que nuestro amor por Él crezca cada día. Que su espíritu Santo nos dé la fuerza para perseverar en su servicio, con corazón puro e íntegro. Que, después de servirle con fidelidad en la Cuaresma de esta vida, Él nos conceda participar un día en la Pascua del cielo.

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